Unas de las actividades más motivadoras es la lectura. Un libro hace volar tu imaginación, te ensena cosas nuevas, te hace conocer el pasado o simplemente te deleita. Aunque este es un hábito poco desarrollado.
La Feria del Libro se realiza anualmente en nuestra capital, Santo Domingo, y es trasladada a una región de nuestro país para ser aprovechada por sus habitantes.
Pero es una decepción cuando la mayoría de módulos o stand más que de libros, son de accesorios, chucherías y hasta de magos, no creyentes en Dios, como nuestro país lo es. Recordemos que hasta en nuestra bandera y escudo lo proclamamos teniendo como el símbolo central la Biblia, como guía a seguir.
Algo más que decepciona es la poca inclusión del pueblo donde es trasladada, dicha Feria, por no tomarse en cuenta donde esta. Cuando se da un paseo por la Feria, se puede notar que todos los expositores, hasta los del área de comida, son capitaleños. Solo las artesanías, bisuterías, misceláneas son locales.
¿Por que no tomar en cuenta las librerías locales?.¿Un equilibro de partes? ¿Una mayor participación de la ciudad a donde fue trasladada???
Quítenme la duda.. La decepción…pero nunca la unión….
Yersinia Rincón
